Unir la mantequilla con la harina, sal y azúcar, aplastándola entre los dedos.
La idea es cubrir los trozos de mantequilla con la harina. Al final la mezcla debe parecer arena.
Agregar el huevo y unir.
Agregar 1 cucharada de leche y unir. Agregar la leche necesaria para que la masa se una. No se debe formar una masa lisa. Puede ser que no se necesite toda la leche.
Una vez que tengas una masa, haz un rectángulo y dóblala sobre sí misma por la mitad.
Girar 90 grados, armar un rectángulo y doblar por la mitad otra vez. Repetir 2 veces más.
Envolver en papel film y refrigerar de 1 a 2 horas.
Pasado ese tiempo, retirar de la nevera y espera de 5 a 10 minutos hasta que se suavice un poco.
Estirar sobre la mesa como 1/8" de espesor. Cortar rectángulos de 1.5" x 2" aproximadamente.
Colocar una tirita de guayaba, envolver la masa, presionar las puntas con el tenedor.
Una vez que tengas todos los deditos, colocarlos en una bandeja y refrigerar por 15 minutos.
Pre-calentar el horno a 350°F, hornear de 25 a 30 minutos. No deben dorar mucho.
Retirar del horno, cubrir con azúcar en polvo y dejar refrescar completamente antes de servir.