Preparar una bandeja con papel parafinado o de silicona
Preparar una manga pastelera con una boquilla redonda.
Mezclar la harina de almendra y azúcar en polvo, pasar por el procesador y cernir juntas dos veces.
Agregar las especias: canela, nuez moscada, jengibre, sal y clavo. Agregarle el colorante y mezclar con el batidor de globo, solo hasta incorporar. Reservar.
Batir las claras, cuando empiece a espumar agregar el cremor tártaro (opcional). Seguir batiendo a velocidad media y añadir poco a poco el azúcar granulada, hasta que obtengas picos duros y brillosos. Agregar la vainilla.
En tres tiempos, mezclar las claras en la mezcla de harina de almendra con el azúcar glas y mover, hasta obtener una masa brillosa y que caiga como cinta. Si se deja caer desde arriba, dura 10 segundos en aplanarse. Es importante no sobre mezclar, es mejor que quede espesa a que quede muy líquida.
Colocar en una manga con una boquilla redonda fina y hacer círculos de 1.5” aproximadamente, en una bandeja con papel parafinado, dejando espacio entre cada uno.
Golpear la bandeja con la mesa para sacar las burbujas de aire.
Precalentar el horno a 325º F.
Dejar que los macarons se sequen, en una superficie plana y nivelada por 30 minutos. Cuando lo toques no te mojará los dedos.
Hornear a 325º F por 8 min (aquí se puede cambiar deposición y rotar las bandejas si tienes más de una), bajar la temperatura a300º F y cocer por 10 minutos más. Si se despegan del papel, están listos.
Retirar del horno, remover el papel de las bandejas y colocarlas en una rejilla y dejar refrescar por 5 minutos. Removerlos del papel y dejar enfriar por completo en una rejilla.
Rellenar con buttercream de jengibre o ganache de chocolatey servir.
Guardar en un recipiente hermético en la nevera.