Mezclar todos los ingredientes hasta que se forme una masa que no sea muy pegajosa ni muy seca. Si la nota un poco seca, puede agregarle más agua poco a poco. Taparla y dejarla reposar por media hora, o de un día para el otro.
En una olla calentar el aceite a una temperatura alta, unos 350 °F (180 °C) si tiene un termómetro. Sabes que está en su punto, si echas un poco de masa y esta flota.
Formar 8 bolitas de la masa. Estirar cada bolita con ayuda de un rodillo, hasta que la masa esté bien fina. En este punto dependerá de cómo te gustan los yaniqueques, si los quieres bien crujientes, estirarlos lo más fino que puedas; si los quieres más elásticos o gomosos, déjalos un poco más gruesos.
Con la ayuda de un cuchillo, hacer unos 2 o 3 cortes en la superficie de la masa para que no se infle.
Para hacer yaniqueques rellenos, extenderlo, rellenar, pinar el borde con agua, doblar y presionar los bordes con un tenedor.
Freír en abundante aceite caliente hasta que doren. Sacar y colocar sobre papel absorbente, sazonar inmediatamente con más sal al gusto.
Consumir caliente.